domingo, 4 de diciembre de 2011

De madrugada I

Me encanta verte en el momento en el que cierras tus ojos  intentando que no me de cuenta y te quedas durmiendo, me encanta verte cuando callas o reniegas, cuando hablas o te sinceras, me encanta verte frente a mí mirándome a los ojos mientras me dices susurrando un te quiero al oído. Me encanta ver en ti cada día esa dulce manía tuya de querer verme todos los días, ese deseo incontrolable por adorarme, cuidarme, y esa locura por mí que crece cada día aunque parezca que ya es imposible. Porque en esos pequeños momentos siento que soy la persona más afortunada del mundo, que córcholis, no hay persona más feliz en la faz de la tierra.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

AMOR

Todos los días encontramos una definición diferente del amor, sobre lo que produce y en definitiva, lo que nos hace sentir. Pero, ¿existe una definición exacta y única de lo que es?
Dicen que es misterioso, instintivo, engañoso,... Millones de mitos y de historias están recogidas en la mente de cada persona. Los psicólogos afirman que es una enfermedad mental y, por tanto, irreal.
Lo definen como algo que goza de la verdad, todo lo soporta, todo lo sufre, algo benigno... Que cuando estás enamorado lo sientes, solo tienes ojos por y para esa persona especial, te gusta verla reír, soñar, contemplar. Te hace fuerte cuando estás cerca y débil cuando estás lejos. Sus besos son tu mejor alimento. En películas "el amor es cuando ni comes ni duermes pensando en que vas a hacer un home run en los campeonatos del mundo".

Ambar, siempre estaré contigo.

Añadir leyenda
Alto, delgado y estructura               
atlética. Manos delgadas y trabajadas. Parecía tan modosito como listillo. Sus ojos marrones en contacto con los rayos del sol que entraban por la ventana se veían color leopardo. Una sonrisa de oreja a oreja ocupaba gran parte de su cara y le hacían diminutos sus ojos. Movía sus labios como intentando decir algo, no conseguí leerlo.

miércoles, 18 de mayo de 2011

A menos de un centímetro de ti.

Estábamos ahí, los dos, unidos por nuestra nariz formando un corazón sobre el colchón hambriento. Sentía su respiración como si fuera la mía. Mis ojos buscaban los suyos en la penumbra de la noche. Mi mente pensaba que nuestros labios estaban a menos de un centímetro uno del otro. No me atrevía a besarle, él tampoco. Estaba en una burbuja que ambulaba por encima de las nubes. Nuestros labios jugaban a rozarse suavemente sin llegar a besarse. Hasta que de pronto algo se activó, y yo estaba ahí, contigo, regalándote un millón de sonrisas y mil besos.

domingo, 27 de febrero de 2011

Cenicienta

Y de repente un día te levantas y todo da un giro de 180º y cuando te das cuenta estás en el extremo opuesto de la bola.
Una mañana aparentemente normal ocurrió. Conocí a Alexandre y desde ahí supe que todo iba a cambiar.
Un día al salir de trabajar me dijo como tantas veces lo había hecho de irnos a dar una vuelta. Acepté. Cogí el coche. Me estaba esperando en nuestro sitio secreto. Le seguí. Me llevó a un parque, precioso. Predominaba el verde en los árboles y colores cálidos en las flores. Había laguitos rodeados por árboles y caminitos de arena. Estuvimos hablando un buen rato sentados en un banco que tenía las mejores vistas  a una fuente super bonita, blanca, que emanaba agua de las bocas de los ángeles en lo más alto y tenía cinco pisos. Se oía el dulce susurrar del agua caer poco a poco, piso por piso, hasta el final. Sentí frío. Alexandre me  posó su chaqueta sobre mis hombros y abrió la puerta de su coche. Nos sentamos. Me miró a los ojos. Sonrió. Y sacó una rosa, azul con motitas violetas. Mis colores favoritos. Me sorprendió mucho ese detalle. Me miró de nuevo pero esta vez me hizo una pregunta. La que siempre había soñado que me hicieran pero nadie la hizo, hasta esa noche. Me quedé atónita, no sabía qué hacer ni qué decir, hasta que pude vocalizar.

domingo, 20 de febrero de 2011

lágrimas bajo la lluvia

Y de repente comprendió que todo había cambiado, ya no era igual, el tiempo había pasado por todos, sobre todo por él, y no lo comprendió hasta entonces. No sé si fue la distancia, quizás el orgullo o incluso el rencor, la cuestión es que no eran los mismos que disfrutaban en antaño tan solo con una sonrisa o se entendían a la perfección con una simple mirada de complicidad, los mismos que se besaban hasta enloquecer de amor. No eran los mismos en aquel día gris, no eran los mismos…

jueves, 17 de febrero de 2011

Quizás es el tiempo que nos hace madurar, quizás sean cosas que pasan o incluso quizás sean esos días raros que todos tenemos. Pero llega un día en el que te planteas ciertos aspectos de tu vida y te das cuenta de que tus acciones o tu comportamiento ante ciertas situaciones no te hace feliz, sino mas bien todo lo contrario.
Es tiempo de cambiar y dejarse las chorradas por un momento, dejar surgir la vida aparcando el miedo a sufrir porque de esta forma anulas ciertas cosas que te pueden hacer esbozar una enorme sonrisa y no disfrutas. No disfrutas de la vida y sus encantos que, al fin  y al cabo de eso se trata, de descubrir esas pequeñas cosas que te pueden hacer sentir mil cosas a la vez, como niños jugando a ser felices. Y la dejas pasar delante de tus ojos, sin sumergirte en ella, sin vivirla, sin sentirla.